jueves, 11 de diciembre de 2008

10-12

En la obra 'La división del trabajo social' de Durkheim, el concepto Solidaridad refiere a los lazos sociales que unen a los miembros de una sociedad entre sí. No implica cohesión social, sino su intento más cercano.
El término Asabiyyah se refiere a la solidaridad social, con énfasis en la consciencia de grupo y su unidad. Ibn Jaldun, su autor, lo desarrolló en su obra 'Muqaddimah'.
Por diccionario, el término Consciencia se refiere al saber de sí mismo, al conocimiento que el espíritu humano tiene de su propia existencia, de sus estados o de sus actos.

Se celebran 25 años de vigencia democrática.
Es extraño; que se celebre como acontecimiento un hecho social, que implique celebrar, que sea un logro o un orgullo. Supongo que nos muestra cuánto la hemos despreciado, maltratado y devaluado. Supongo que del recuerdo hemos aprendido a revertir todo esto, y a considerar finalmente, que éstos 25 años son sólo el inicio.

Reconocer la responsabilidad que sopesa sobre nosotros, como partes de un pueblo y como ciudadanos en nosotros mismos, es considerar la democracia con la importancia que le merece: así como debemos hacernos cargo por los fracasos del sistema, los errores y las impunidades. Conciencia del pasado.

Si ligamos términos, Asabiyyah persigue el mismo fin, pero dejando preveer un posible medio: la consciencia. Los lazos solidarios encuentran el espacio necesario en la Democracia. Y de hecho se han dado. Pero con rupturas, ineficiencias, traumas sociales; carecemos, todavía, de una fuerte consciencia total. Conciencia de grupo.

Pensar la democracia es una tarea: eso permite y exije la salud de su sistema: pensarlo criticamente. La democracia, como sistema, requiere de la participación del pueblo, requiere de su consciencia. Es una relación dialéctica: uno se encuentra en el otro: se hace, se forma, se representa y se ve identificado en el otro. El pueblo y la Democracia. La Decomcracia y el Pueblo. Consciencia de unidad.

25 años y un día de Democracia en nuestro país. Que no quede en contar días o esperar fechas para conmemorar. El ejercicio debe ser cotidiano: festejemos la democracia pensando, leyendo, construyendo nuestra propia consciencia. De ese modo, estaremos construyendo la consciencia colectiva. Estaremos reforzando los lazos solidarios. Estaremos acercándonos a la cohesión social.

2 comentarios:

CoeXsiT dijo...

Ayer, en un programa muy bueno en el canal Encuentro, la mujer de Fuentealba dijo que "la democracia es un inicio, pero que todavía no ha concluído".
El paso para que concluya creo, por un lado, parte de nosotros como seres sociales, a través de esa cohesión social y de la dialéctica, y por otro, por sobre todas las cosas, siendo RESPONSABLES, con todo lo que la palabra implica.
Mientras tanto seguiremos en "nuestra democracia" con maestros asesinados, policía asesinos sueltos y pibes drogándose en la esquina de mi casa, sumado a la constante y corriente opinión de reducir la imputabilidad de los chicos, penas más duras para gente que debería juzgarnos a nosotros por marginarlos de "nuestro Estado".

Esperemos que hoy mismo, ese ser social y consciente, establezca esos lazos solidarios.


Para terminar, palabras de un compañero docente:

“Sois la fuente del saber, sois el alba de una sociedad más digna. Fuentealba, salud”.

Nada más. Saludos!

Martín Dema Giaco dijo...

Lo has dicho casi todo.
Me uno al pedido con esperanza.
Salud!