miércoles, 29 de octubre de 2008

El ser moderno

Dejo una humorada. Presten atención:

Resulta que en la habitación del fondo de una iglesia, había tres seminaristas que estaban recibiendo una clase de parte de un sacerdote. Su devoción y entrega a la vida por el Señor le habían conseguido reconocimiento no sólo por sus pares, incluso por toda la comunidad. En medio de un credo, un silencio se hizo oportuno y en un espectáculo divino, los tres seminaristas y el sacerdote presenciaron la aparición de un ángel que se hizo llamar Gabriel. Habló:
- Padre, he venido a entregarle un don, por su valioso servicio a la construcción de la fe. Le daré a elejir uno entre tres:
Puede tener sabiduría infinita; será capaz de obtener el acceso a toda verdad humana.
Puede tener poder inacabable; será inalcanzable por cualquier otro ser humano.
Puede tener dinero interminable; será más rico de lo que los años le permitirán gastar.
El sacerdote, todavía algo anonadado e intimidado, se detuvo a pensar. Los seminaristas lo miraban, perplejos.
Luego de unos minutos, el sacerdote dijo, sin vacilar:
- Deseo obtener la sabiduría infinita.
El ángel Gabriel dijo "Que así sea" y se retiró, haciéndose invisible a los ojos de los seminaristas todavía sorprendidos. Entonces fue que los tres posaron la mirada sobre el sacerdote, esperando escuchar sus primeras palabras.
Entonces éste, que había quedado en una posición algo extraña, levantó la cabeza y dijo:
- Debí haber elegido la guita.

Comprender este chiste, es comprender la modernidad.

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